Estas gentes que se llaman Almogávares no viven más que para el oficio de las armas. No viven ni las ciudades ni las villas, sino en las montañas y los bosques, y guerrean todos los días contra los Sarracenos: y penetran en tierra de Sarracenos una jornada o dos, saqueando y tomando Sarracenos cautivos; y de eso viven. Y soportan condiciones de existencia muy duras, que otros no podrían soportar. Que bien pasarán dos días sin comer si es necesario, comerán hierbas de los campos sin problema. Y los adalides que los guían conocen el país y los caminos. Y no llevan más que una gonela o una camisa, sea verano o invierno, y en las piernas llevan unas calzas de cuero y en los pies unas abarcas de cuero. Y traen buen cuchillo y buen correa y un eslabón8 en el cinto. Y trae cada uno una buena lanza y dos dardos, así como una panetera de cuero a la espalda, donde portan sus viandas. Y son muy fuertes y muy rápidos, para huir y para perseguir; y son catalanes y aragoneses y sarracenos.
Folio 114r de la Crónica de Ramón Muntaner, donde se describen los gritos de guerra utilizados por los almogávares:
... los almugavers cridaven: Desperta ferres!, Desperta! [...] Que us dire? La batayla fo molt fort et cruell; mas a la fin, tots los ffranchs levaren un crit e cridaren:Aragon!, Aragon! / '... los almogávares gritaban: ¡Despierta hierro!, ¡Despierta! [...] ¿Qué os diré? La batalla fue muy fuerte y cruel; pero al fin, todos los francos levantaron una voz y gritaron: ¡Aragón!, ¡Aragón!'.
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